Imagínate que tú y tus amigos estando en una aldea, en el
bosque, de repente se suelta una gran tormenta que les impide salir por varios días. ¿Qué harías para pasar el tiempo sin aburrirte?
En 1816, a Mary
Shelley, a su esposo Percy y a sus amigos, en una situación similar en los
Alpes Suizos, se les ocurrió como pasatiempo ver quien escribía la historia más
interesante. Mary Shelley había escuchado antes la historia de un hombre de
ciencias llamado Galvani, quien había descubierto que dando toques eléctricos a
las ancas de rana, éstas se contraían, se movían. Con este descubrimiento se
creyó que los impulsos eléctricos podrían dar vida a cuerpos inanimados. Esta
idea la tomó Mary Shelley para crear la historia de Victor Frankenstein y su creación, un monstruo que cobra vida
al aplicarle descargas eléctricas.
Actualmente la
explicación científica del descubrimiento de Galvani es que las fibras
nerviosas reaccionan con impulsos eléctricos emitidos por el cerebro. Así, si bien no se puede dar vida a partir de descargas eléctricas, el
descubrimiento de Galvani ayudó a que el hombre se fascinara con la
electricidad y que tratara de aprovecharla para su beneficio.
Es interesante la
historia de la creación de la novela ¿no crees?, pero más interesante es leer la
historia de Victor Frankenstein y su monstruo que lo persigue infatigablemente.